Meloni: «La derecha parlamentaria es incompatible con el fascismo»

Meloni: «La destra parlamentare incompatibile con il fascismo» / Foto: ANSA

05:48 hrs. - Con motivo del 25 de abril —fiesta nacional italiana que celebra la liberación del Bel Paese del nazifascismo en 1945—, la primera ministra Giorgia Meloni, perteneciente a Fratelli d'Italia, partido de derecha acusado repetidamente de querer revivir los valores del periodo liderado por Benito Mussolini, en una carta enviada al Corriere della Sera —el periódico italiano líder en difusión y número de lectores— presentó «algunas reflexiones que espero contribuyan a hacer de este aniversario un momento de renovada concordia nacional, en la que la celebración de nuestra nueva libertad nos ayude a comprender y fortalecer el papel de Italia en el mundo como baluarte esencial de la democracia».

«Y lo hago» —añade— «con la serenidad de quien ha visto madurar plenamente estas reflexiones en las filas de su propio partido político hace ya 30 años, sin apartarse nunca de ellas en los largos años de compromiso político e institucional».

«Durante muchos años, y como reconoce cualquier observador honesto, los partidos que representan a la derecha en el Parlamento han declarado su incompatibilidad con cualquier nostalgia del fascismo».

«El fruto fundamental del 25 de abril fue, y sin duda sigue siendo, la afirmación de los valores democráticos, que el fascismo había pisoteado y que encontramos grabados en la Constitución republicana».

«De aquella paciente negociación encaminada a definir los principios y reglas de nuestra naciente democracia liberal —un resultado no unánimemente deseado por todos los componentes de la Resistencia— surgió un texto que se planteó el objetivo de unir y no dividir, como bien recordaba hace unos días dice el profesor Galli della Loggia en estas páginas».

«Al guiar esa difícil transición, que ya había experimentado un paso significativo con la amnistía deseada por el entonces Ministro de Justicia Togliatti, los constituyentes confiaron a la fuerza misma de la democracia y su realización a lo largo de los años la tarea de incluir en el nuevo marco también a quienes habían luchado entre los vencidos y esa mayoría de italianos que habían tenido una actitud “pasiva” frente al fascismo».

«Por otro lado, aquellos que habían sido excluidos del proceso constituyente por obvias razones históricas se comprometieron a transportar a millones de italianos a la nueva república parlamentaria, dando forma a la derecha democrática. Una familia que con el paso de los años ha sabido ampliarse, involucrando en sus filas a exponentes de culturas políticas, como la católica o la liberal, que se habían opuesto al régimen fascista».

«Así nació una gran democracia, sólida, madura y fuerte, a pesar de sus muchas contradicciones, y que en la larga posguerra ha sabido resistir las amenazas internas y externas, haciendo de Italia un protagonista en los procesos de integración europeos, occidentales y multilaterales».

A partir del 25 de abril, en Italia nació «una democracia en la que nadie estaría dispuesto a renunciar a las libertades que se han ganado. Es decir, en la que la libertad y la democracia son patrimonio de todos, les guste o no a quienes querrían que no fuera así. Y ésta no es sólo la mayor conquista de la que puede presumir nuestra nación, sino que es el único antídoto verdadero contra cualquier riesgo autoritario».

«Por esto no entiendo las razones por las que, en Italia, precisamente entre los que se consideran custodios de esta conquista, hay quienes al mismo tiempo niegan su eficacia, narrando una especie de división imaginaria entre italianos plenamente democráticos y otros —presumiblemente la mayoría, dados los resultados electorales— que, sin declararlo, soñarían en secreto con un retorno a ese pasado de falta de libertad».

Foto: ANSA

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