11:33 hrs. - El lunes 24 de abril, se llevó a cabo en la ciudad mexicana de Ensenada la conferencia “Misioneros Italianos en la Baja California”, impartida por Massimo De Giuseppe, docente de la Universidad IULM de Milán, Italia.
La exposición se centró en un caso singular y casi olvidado, el de los misioneros de San Pedro y San Pablo en Baja California: una experiencia enteramente italiana que se desarrolló en una de las regiones más periféricas de México en la época porfiriana.
El Seminario Romano Pontificio de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo había sido expresamente impulsado por el Papa Pío IX (1792-1878), quien lo había confiado a la Congregación de Propaganda Fide. Su promotor había sido el sacerdote romano Pietro Avanzini, formado en el colegio de Capranica y fundador de la revista misionera Acta Sanctae Sedis.
El nuevo instituto, establecido en 1867, se inspiró en una concepción más clerical y vaticana del espíritu misionero con respecto al seminario lombardo de Mons. Ramazzotti (por ejemplo, no se admitían laicos), con el cual se fusionaría más tarde en 1926, dando vida al Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME).
Los primeros alumnos formados en el seminario romano fueron enviados a finales de la década de 1870 a las misiones milanesas de Queensland, Hong Kong, Bengala, Albania y luego a Paraguay y Colombia. Antes del Vicariato de Baja California en México, a partir de 1883, los misioneros romanos obtuvieron el control de la Misión de California Clear Lake y el Vicariato del sur de Shaanxi en China.
El experimento misionero al que se refirió el prof. De Giuseppe, casi cien años después de su conclusión, subrayó algunos puntos interesantes en una perspectiva de experiencias cruzadas ítalo-mexicanas.
Según se desprende de los papeles del archivo del PIME en Roma, la misión mexicana quedó formalmente constituida, con decreto de Propaganda Fide, el 8 de noviembre de 1895, casi coincidiendo con la partida hacia La Paz de los primeros evangelizadores: el superior, Luigi Pettinelli, del Lacio, junto con los padres Domenico Scarpetta, de Apulia, y Paolo Rivelli, de Piamonte (de Lomellina, aunque en la diócesis de Vigevano). Los pocos predicadores presentes, a los que pronto se sumaría el padre Tedeschini Lalli, iniciaron su actividad con el objetivo de recuperar las antiguas misiones jesuíticas abandonadas y restaurar las antiguas parroquias, distribuyéndose entre La Paz, San José del Cabo y Ensenada de los Santos en la zona norte de la sierra, en plena región minera peninsular.
La exposición del Prof. De Giuseppe se basó en su investigación titulada Missionari e religiosi italiani in Messico tra porfiriato e rivoluzione: documenti dal vicariato apostolico della Baja California publicada en 2011 por el Instituto de Historia de la Europa Mediterránea del Consiglio Nazionale delle Ricerche y se puede ser vista accediendo a este enlace.
Foto: Seminario de Historia de Baja California