«México se beneficiaría de una relación más fuerte con Europa»

Il Messico beneficerebbe di un rapporto più forte con l'Europa / Foto: Puntodincontro

12:16 hrs. - El Embajador de Italia en México —Luigi De Chiara— conversó con Puntodincontro sobre algunos aspectos de la relación bilateral y sobre las instituciones que representan a los ciudadanos italianos en el mundo, antes de dirigir un mensaje a sus connacionales residentes en el país con motivo del 77 aniversario de la República Italiana

Embajador, ¿cuáles han sido los resultados recientes más importantes y cuáles son los principales proyectos de Italia en México en los próximos meses?

Tengo que decir que en mi experiencia personal trabajar en el México post Covid es completamente diferente a la situación que vivimos durante la pandemia. Este es un país que ofrece mucho potencial, sobre todo —pero no exclusivamente— en el campo económico comercial, por lo que la renovada posibilidad de poder reunirse con personas, organizar visitas desde Italia, enviar visitas a Italia y viajar es totalmente otra vida.

Hoy estoy mucho más feliz que hace dos años, porque el trabajo es más dinámico, más interesante y con resultados que se ven objetivamente. El año pasado, en 2022, logramos la meta —que considero muy importante— de ser el primer destino del Made in Italy en América Latina, superando a Brasil, que es un país con una economía y una población mayor a la de México y se beneficia de la presencia de una comunidad italiana muy importante, por lo que el resultado es absolutamente notable.

Esto claramente ha producido más interés en Italia. La atención del sector privado es cada vez mayor y no pasa un día sin nuevas noticias de carácter económico-comercial o sin que yo esté involucrado en intercambios de información sobre México. Italia quiere y debe tener mejor presencia e imagen de la que tiene, incluso a nivel institucional. Entre las novedades importantes está la apertura de una agregaduría militar específica y autónoma para México, mientras que hasta ahora siempre hemos dependido de la oficina en Washington, que lleva a cabo un trabajo encomiable, pero que atiende a diario problemáticas diferentes a las aquí se presentan. Acabo de firmar el contrato para la construcción de una nueva embajada en Polanco, lo cual es un dato importante porque la sede diplomática es un lugar institucional de representación y prestación de servicios. Una nueva sede nos permitirá proyectar una imagen más acorde a la presencia que Italia quiere tener en un país tan importante como México y ofrecer una mejor calidad de servicios, empezando por el hecho de que el nuevo edificio será mucho más accesible para los usuarios del Consulado y para nuestros otros interlocutores.

En un futuro cercano esperamos no solo el reemplazo de la Agregada Científica, Emilia Giorgetti, quien nos dejó después de ocho años, sino también la llegada de un experto fitosanitario que tendrá un papel muy importante cuando se firme el nuevo acuerdo México-UE en lo que atañe a nuestra capacidad exportadora en la industria alimentaria.

Se han reanudado las visitas en el contexto político. Menciono los dos viajes realizados por el subsecretario de Relaciones Exteriores Giorgio Silli, quien tiene a su cargo México, y la visita del comandante general de los Carabinieri, Teo Luzi. La agregaduría militar estará precisamente a cargo de un miembro de esa organización.

Estamos algo perjudicados por la coincidencia entre la formación de un nuevo gobierno en Italia y el inicio de la campaña electoral aquí en México, porque lo ideal es tener dos gobiernos iniciando al mismo tiempo. El nivel de interlocución diaria es fundamental, porque se trata de dos países que tienen una relación importante pero cuyo potencial aún está por explorar.

El próximo año celebraremos 150 años de relaciones bilaterales con un programa de eventos artísticos y culturales, pero también de encuentros políticos. Estamos, por ejemplo, pensando en una importante reunión de diplomacia parlamentaria entre representantes del Congreso mexicano y de nuestro Parlamento que, sin duda, será una oportunidad para enfocarnos más en las cosas que nos quedan por hacer, sin descansar en las bondades de lo que ya está ha hecho.

Mucho se habla de la conveniencia de que empresas italianas se establezcan en México y/o exporten productos o servicios a este país. Refiriéndonos a la otra cara de la moneda, ¿cuáles son las razones por las que las empresas mexicanas deberían estar interesadas en invertir o vender en Italia?

Este es un problema algo complejo, podríamos hablar de ello durante mucho tiempo. En realidad, la conveniencia por supuesto que existe. En México la influencia de Estados Unidos, también en el sector económico y comercial, es una realidad indudable. Normalmente es una influencia beneficiosa, porque el hecho de ser el país vecino e integrado en una economía que ha sido la más dinámica desde la Segunda Guerra Mundial claramente ha producido beneficios, pero en mi opinión también ha producido consecuencias menos positivas en términos de limitación del crecimiento de la cultura empresarial mexicana.

México es la única nación —entre las principales productoras de vehículos en el mundo— que no tiene una marca propia. Es un ejemplo que utilizo con frecuencia para ilustrar cómo aún no se ha explotado el potencial de este país.

En Italia y en Europa tenemos una mentalidad diferente: somos economías, especialmente en Europa Occidental, muy abiertas y orientadas al comercio internacional y particularmente hábiles en la creación de nuevos productos y en su comercialización y exportación. El gran salto que puede dar México es empezar a vender artículos no solo hechos en México, sino hechos 100% por mexicanos, bienes originales que puedan liberar a la economía de la necesidad de inversión extranjera para la generación de empleo, la prosperidad y seguir teniendo un impacto positivo sobre el ciclo económico.

Una cosa que me llamó la atención desde los primeros días después de mi llegada aquí es que el gobierno —a nivel federal, estatal y municipal— pide inversión extranjera, pero pocos se preocupan por desarrollar iniciativas mexicanas.

Una relación más equilibrada y más fuerte —en ambos sentidos— con Europa podría remediar este problema. Este es un país de grandes capitales, de grandes fortunas privadas e invertir en Italia significaría participar en empresas caracterizadas por una cultura emprendedora fuertemente comprometida con la creación de nuevos productos, una experiencia que después podría contaminar y beneficiar a la economía mexicana.

Recientemente se creó la primera cámara de comercio de México en el Bel Paese y hay inversiones mexicanas en Italia, aunque entre ellas relativamente pocas son industriales. En base a mi experiencia, he notado que los mexicanos miran a Italia, España y Francia sobre todo para participar en el sector inmobiliario u hotelero, como sucedió hace unos meses con la cadena Baglioni.

En su opinión personal, ¿las instituciones que representan a los italianos en el mundo —Com.It.Es., CGIE y parlamentarios elegidos en el extranjero— están bien configuradas y son todas necesarias?

En su momento, los Com.It.Es. fueron una innovación absolutamente positiva, aunque claramente su eficacia depende un poco del contexto en el que operan, por ejemplo, de la edad cronológica o de la generación que caracteriza la comunidad local italiana y del desempeño de los consejeros individuales. A nivel abstracto, pero también a nivel concreto, los considero una excelente institución, sobre todo para la comunicación intermedia entre la comunidad y las instituciones del Sistema Italia, ante todo embajadas y consulados, porque son órganos representativos que pueden concentrar la necesidad y el deseo de sentirse italianos, de permanecer ligados a la Italia que existe en cada una de las realidades territoriales que acogen a nuestras comunidades. Para ser honesto, conozco un poco menos el CGIE, pero imagino que cumple la misma función en lo que respecta a la situación general de los italianos en el extranjero y a las instituciones públicas de referencia, en primer lugar, el Ministerio de Asuntos Exteriores.

En cuanto a los miembros del Senado y de la Cámara, indudablemente el derecho de voto de los italianos en el extranjero me parece fundamental y está consagrado en nuestra Constitución. Tendría algo que decir, como la mayoría de mis colegas, sobre la metodología del voto en el extranjero. La metodología actual es ciertamente muy cara desde el punto de vista financiero y relativamente ineficaz. Otros países han adoptado la votación por correo electrónico, que constituye un enfoque más pragmático.

En relación con la representación en los distritos electorales del extranjero, se aplica lo mismo que para los distritos electorales territoriales en Italia: es indispensable tener una idea de los candidatos y hay que explicar que el trabajo de quien sea elegido deberá ser congruente con la idea que se tenía de ellos cuando fueron elegidos. Debo decir que, desde el punto de vista personal y por la experiencia en México, me parece que hay una gran atención de los parlamentarios elegidos en Norteamérica hacia los problemas de las embajadas, consulados y comunidades italianas residentes en el distrito, que luego se transforma en una acción de representación en el Parlamento de las solicitudes de la colectividad, también y sobre todo ante el Ministerio de Relaciones Exteriores. Creo que hay una actividad de contacto constante, con el objetivo de intentar contribuir a ofrecer servicios cada vez mejores y más eficaces a los italianos en el extranjero.

¿Quiere enviar un breve mensaje a los italianos en México con motivo del próximo Día de la República?

Un mensaje general de esperanza, porque seguimos viviendo en un contexto global difícil, ya no influido por el Covid, sino por el conflicto en Ucrania que implica una fase complicada de redefinición del sistema de relaciones internacionales.

Más concretamente, en cuanto a los italianos residentes en México, mi particular visión a mediano plazo para este país es muy positiva. Creo que la situación económica seguirá siendo favorable, con un gran potencial para futuras iniciativas en el sector de las relaciones económicas y comerciales entre Italia y México. Hablaremos de eso nuevamente cuando veamos qué gobierno saldrá de las próximas elecciones presidenciales, sin embargo, mi pronóstico personal sobre el futuro de México es absolutamente positivo.

Las cosas también van bien en Italia, porque estamos viviendo un período de ciclo económico moderadamente sostenido, impulsado sobre todo por las exportaciones, hecho que atestigua el buen estado de nuestra economía en un momento de estabilidad política. Esperamos poder seguir creciendo en un contexto sereno y pacífico, especialmente en Europa, que sigue profundamente afectada por el conflicto provocado por la agresión rusa contra Ucrania.

(Entrevista realizada el 16 de mayo de 2023)

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