09:28 hrs. - El pasado viernes 21 de julio, la senadora Francesca La Marca —electa en el distrito América del Norte y Central— visitó el Centro de Acogida y Primeros Auxilios (CPSA por sus iniciales en italiano) de Lampedusa, un centro de alojamiento para migrantes —del cual deben ser trasladados lo más rápidamente posible, al haber sido habilitado únicamente para primeros auxilios y alimentación a los náufragos— que actualmente alberga a aproximadamente 2,300 personas.
«Quería ver el hot spot de Lampedusa y traté de prepararme psicológicamente para esta visita, pero lo que encontré de todas maneras me impactó. Me cuesta trabajo explicarlo: es difícil imaginar lo que son los llamados “dormitorios” y las condiciones sanitarias en las que vive la gente dentro de ellos. Me será imposible sacarme de la cabeza las imágenes de las madres y de sus hijos, de los muchachos con el rostro contraído por el dolor, destrozados por el cansancio y el sufrimiento. Imposible dejar de respirar ese olor a excrementos y sudor. La desesperación humana que te impacta y te deja sin palabras», declaró La Marca.
El aforo máximo del centro es de apenas 389 plazas pero, según datos oficiales, el número de refugiados siempre ha sido al menos 500% superior desde hace años. Una situación inmanejable, tanto para los operadores como para las personas que viven en su interior.
«Las fuerzas del orden y los miembros de la Cruz Roja, a quienes aquí agradezco» —añadió la senadora— «fueron muy amables conmigo y hasta me permitieron grabar algunas imágenes. Se quejaron de la ausencia total de las instituciones y que ningún parlamentario haya ido a visitar las condiciones del lugar. Y, sin embargo, estoy convencida de que los italianos deben estar al tanto de lo que sucede en ese centro de acogida».
«Un país que se dice civilizado, como lo es Italia, no puede abandonar a estas personas a su destino inexorable, no puede ver estas vidas como simples bienes de tránsito, útiles sólo durante la campaña electoral. Necesitamos también la ayuda de una Europa unida, que no puede dar la espalda cuando hay gente viviendo en estas condiciones dentro de sus fronteras», concluyó.