Ore 10.10 - Carlos Zarlenga, presidente de Stellantis México fue entrevistado hoy por el periodista Rodrigo Pacheco en el programa radiofónico Imagen Empresarial.
«México» —dijo el directivo de la empresa ítalo-franco-estadounidense— «es un centro de excelencia manufacturero en el sector automotor. Nosotros fabricamos y exportamos alrededor de 450 mil vehículos por año y nuestra idea es crecer en fabricación, en volumen y en exportación, no solo a Estados Unidos, sino también a otros lugares del mundo, ya que el país cuenta con elementos únicos: competitividad de costos, calidad y una mano de obra muy sofisticada».
«En este mundo» —continuó Zarlenga— «se fabrican cerca de 100 millones de autos por año y una buena parte de ellos se van a convertir a eléctricos muy rápidamente, sobre todo en los mercados centrales del planeta. El sitio de fabricación de muchos de ellos va a cambiar y México tiene toda la oportunidad para atraer esas inversiones y crecer de 3.2 millones de unidades fabricadas por año a cifras muy superiores y eso es lo que estamos buscando en Stellantis. El foco de México no tiene que ser en este momento vender autos eléctricos en el mercado doméstico, sino conseguir que se fabriquen en su territorio y expandir así su capacidad en el sector de la industria automotriz».
«Los 3.2 millones de vehículos que se producen hoy en México se van a convertir a eléctricos a lo largo del tiempo. Vamos a presenciar un gran salto en los próximos 3 años y después una transición paulatina, ya que el 98% de la producción se exporta y el principal mercado de destino es Estados Unidos, que va a avanzar en la electrificación. La base instalada de la industria, por lo tanto, no se va a perder, sino que se va a transformar. La gran pregunta es cómo aprovechar este momento único en el tiempo —una situación que no ha ocurrido en la industria en los últimos 100 años— para atraer inversiones que nos permitan, por ejemplo, duplicar lo que se produce en México».
«Industria y gobierno tenemos que trabajar juntos en términos de política industrial para generar mejores condiciones de las que ya tenemos y acelerar así el proceso de toma de decisiones en las inversiones».
«En cuanto a la infraestructura de proveeduría, tomando como ejemplo el caso de las baterías, el ensamblaje tiene que hacerse en el mismo lugar en donde se produce el vehículo, por lo que México tiene todas las posibilidades de llevarse una parte enorme de la cadena de valor de la batería, sobre todo en partes que no están subsidiadas en otros lugares del mundo. Es difícil no ver el futuro de este país en la industria automotriz con enorme optimismo».
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