06:42 hrs. - Se llevará a cabo esta noche en el Dolby Theatre de Los Ángeles, California, la ceremonia de premiación de la edición 2024 de los Academy Awards, los reconocimientos cinematográficos más prestigiosos y antiguos del mundo, entregados por primera vez el 16 de mayo de 1929.
Parece haber pocas dudas acerca del destinatario de la estatuilla a la mejor película: subirán al escenario muy probablemente Christopher Nolan y todo el elenco de Oppenheimer. La película sobre el padre de la bomba atómica llega a la cita con 13 nominaciones, una menos que All About Eve, La La Land y Titanic.
Italia apoya a Yo capitán de Matteo Garrone, entre las cinco nominadas para Mejore película internacional junto a la española La sociedad de la nieve de Juan Antonio Bayona, la alemana The Teacher's Lounge de İlker Çatak, La zona de interés del británico Jonathan Glazer y Perfect Days, presentada por Japón, pero firmada por Wim Wenders.
Las esperanzas de México, por otro lado, están puestas en Rodrigo Prieto, nominado al Oscar en la categoría de Mejor fotografía por su trabajo en la cinta Killers of the Flower Moon, del legendario director ítalo-estadounidense Martin Scorsese.
Prieto comparte la candidatura con Edward Lachman por El Conde, dirigida por el chileno Pablo Larraín, Matthew Libatique por Maestro, del director y actor Bradley Cooper, el neerlandés-sueco Hoyte van Hoytema por su trabajo en Oppenheimer, y el irlandés Robbie Ryan por Poor Things, de Yorgos Lanthimos.
La película de Garrone, ya galardonada con el León de Plata en Venecia, cuenta la odisea contemporánea de dos jóvenes que afrontan un terrible y aventurero viaje a través de las amenazas del desierto, los horrores de los centros de detención de Libia y los peligros del mar, para llegar a Europa, meta de sus sueños.
La historia de Killers of the Flower Moon está basada en acontecimientos reales. Oklahoma se encuentra en la segunda década desde su fundación en 1907 y los Osage, pueblo que vive en la región de las Grandes Llanuras, acaban de descubrir petróleo en sus posesiones. Por lo tanto, los nativos se convirtieron de repente en los ciudadanos más ricos de los Estados Unidos y, por razones obvias, también en presa de delincuentes blancos, dispuestos a todo para apoderarse de sus pertenencias.
Foto: Dolby
