11:02 hrs. - La comunidad cultural y artística de México, junto con la colectividad italiana en este país norteamericano, se vistieron de luto ayer, miércoles 13 de marzo, con el fallecimiento de la escritora, periodista, ex presidente y consejera honoraria de la Sociedad Dante Alighieri Guadalupe Appendini. Tenía 92 años.
Su partida, ocurrida en la tranquilidad del hogar de su sobrina Catita Ortega Appendini en Pachuca, Estado de Hidalgo, marca el fin de una era y el inicio de un legado significativo.
Viuda del icónico historietista Gabriel Vargas —creador de la serie La familia Burrón— Lupita fue una figura maternal y pilar de fortaleza y generosidad no solo para su familia, sino para un amplio círculo de amigos y conocidos.
Nacida el 19 de mayo de 1932, fue hija del ingeniero Domenico Appendini Dagasso y de María Romo de Appendini, marcando en esa fecha el inicio de una vida que se entrelazaría profundamente con la cultura, la educación y el periodismo de su país.
Desde su niñez, mostró una acuciosidad inusual para la investigación y la lectura, una pasión que la acompañaría a lo largo de los años marcando su camino profesional.
Influenciada por la tradición educativa de su familia, especialmente por su tía Ida Appendini Dagasso —una figura ejemplar en el proceso educativo de México—, Lupita también decidió adentrarse en el mundo del magisterio.
Sin embargo, su vocación la llevó más allá de las aulas. Su carrera periodística se consolidó en las páginas del periódico Excélsior, donde durante más de medio siglo, compartió crónicas, reportajes y trabajos de investigación. Se distinguió por su habilidad para narrar la historia a través de la vida de personajes emblemáticos como José Vasconcelos y Guty Cárdenas, entre otros, reseñando sus vidas directamente o a través de familiares y sobrevivientes.
A lo largo de los años Appendini fue reconocida en varias ocasiones con condecoraciones y premios otorgados por entes e instituciones de Italia y México.
Los servicios funerarios se llevaron a cabo el día de ayer en la ciudad de Pachuca y sus cenizas serán depositadas en la catedral junto a las de su esposo.
Foto: Enrique Esnal
