18:20 hrs. – Tras un año de ausencia, el GP de México vuelve a formar parte del mundial de Fórmula 1. Según los técnicos de la empresa italiana Brembo, el autódromo Hermanos Rodríguez entra en la categoría de circuitos de alta exigencia para los frenos. En una escala de 1 a 5 obtuvo un índice de dificultad de 5, idéntico solo al circuito de Yas Marina.
A diferencia de otros componentes, la altitud récord de la pista —que se encuentra a 2,238 m sobre el nivel del mar— no afecta al funcionamiento del sistema de frenado, que sin embargo se pone a prueba por los picos de velocidad que se pueden alcanzar debido a la menor resistencia causada por la baja densidad del aire: en tres puntos del circuito los monoplazas superan los 330 km/h antes de afrontar una frenada realmente intensa.
Los discos de carbono se han utilizado en la Fórmula 1 desde la década de 1980 y desde entonces se han extendido a otras competiciones de deportes de motor. De hecho, ningún otro elemento ofrece la misma combinación de ligereza, alta conductividad térmica y ausencia de expansión incluso a 1,000 °C que distinguen a los discos Brembo para la F1.
La densidad del carbono es de 1.7 gramos por centímetro cúbico, a diferencia de los 7.8 gramos del acero y los 7.3 gramos del hierro fundido. Su coeficiente de dilatación térmica es una decimoquinta parte con respecto al acero y una undécima parte comparado con el hierro fundido. El punto de fusión del carbono está por encima de los 3,000 °C en comparación con los 1,200 °C del hierro fundido y los 1,800 °C del acero.
Los discos de carbono son inadecuados para su uso en vehículos comerciales, porque el sistema de frenado no alcanza las temperaturas mínimas de funcionamiento que necesita y por el elevado consumo. Varios de sus beneficios los ofrecen los discos de carbono-cerámica, de los cuales Brembo, a través de Brembo SGL Carbon Ceramic Brakes, una ejoint venture con el Grupo SGL, es el fabricante líder en el mundo.
Los discos de carbono-cerámica permiten un ahorro de peso de 5-6 kg en comparación con un disco de hierro fundido tradicional. Además, dependiendo del tipo de conducción, su duración puede incluso ser igual a la vida útil del coche en el que están montados. Pero sobre todo, el carbono cerámico asegura una reducción de unos 3 metros de la distancia de frenado de 100 km/h a 0 km/h en comparación con un disco tradicional.
A pesar de ser la tercera pista más corta del mundial, los frenos se utilizan 10 veces por cada vuelta del autódromo Hermanos Rodríguez: el total es de unos 15.3 segundos por vuelta por piloto, equivalente al 20 por ciento de la duración total de la carrera. El porcentaje también será el mismo en los GP de Brasil y de Abu Dhabi.
En cuatro puntos, la frenada dura más de 2 segundos, aunque son diferentes entre sí: las deceleraciones oscilan entre 3.1 g y 5.6 g y las distancias de frenado de 76 metros al doble. La carga ejercida por cada conductor desde la salida hasta la bandera a cuadros en el pedal del freno supera las 53 toneladas y media.
De los 10 tramos de frenado del autódromo Hermanos Rodríguez, 3 están clasificados por los técnicos de Brembo como exigentes para los frenos, ninguno es de dificultad media y 7 son “light”.
La más exigente de todas es la frenada en la primera curva después de la meta, ya que la velocidad de los monoplazas pasa de 372 km/h a 110 km/h en apenas 153 metros. Para recorrerlos, los pilotos ejercen una carga de 181 kg sobre el pedal del freno durante 2.64 segundos sufriendo una deceleración de 5.6 g.
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