07:28 hrs. - Tras el colapso en la producción de aceitunas en Italia, estimado en 30%, los consumidores en el Bel Paese y en el mundo se verán obligados a decir adiós a casi 1 de cada 3 botellas de aceite extra virgen de oliva Made in Italy, mientras que la explosión de costos, en promedio del 50%, está poniendo de rodillas a las granjas y los compradores tendrán que hacer frente al aumento de los precios minoristas.

Esto es lo que se desprende del informe 2022, la guerra dell’olio Made in Italy de Coldiretti y Unaprol —el Consorcio Olivar Italiano— publicado con motivo de la cosecha de aceitunas 2022/2023 a lo largo de la península en un año profundamente marcado por los cambios en las condiciones climáticas y los aumentos en energía y materias primas. Sobre la producción italiana pesó una devastadora sequía que puso a los olivares en estrés hídrico.

En Roma, hoy, las primeras aceitunas de este año fueron prensadas en un molino en la sede de Coldiretti, la mayor asociación que representa y apoya a la agricultura en Italia. La cosecha, según Coldiretti y Unaprol, comenzó en Sicilia, con un fuerte descenso de la producción respecto a la campaña anterior, que se situó en torno a los 330 millones de kilos de aceite producidos. La disminución es generalizada en el sur de Italia, especialmente en las regiones más importantes para el cultivo del olivo, como Apulia y Calabria, que por sí solas representan alrededor del 70% de la producción nacional de aceitunas. En las regiones centrales, como Lacio y Toscana, la tendencia es irregular con un ligero aumento de la producción respecto al año anterior, estimada entre un 10 y un 20%.

Las cosas parecen estar mejor en el resto del país y en el norte se registra un aumento en la producción de alrededor del 40-60% entre Liguria, Lombardía y Véneto. «Con la explosión de los costos, que han aumentado en promedio 50% en las fincas olivareras» —señalan Coldiretti y Unaprol— casi una de cada 10 (9%) trabaja con pérdidas y corre el riesgo de quiebra», según datos del CREA.

«Los oleicultores y almazareros se ven obligados a hacer frente al aumento de la electricidad, cuyo costo se ha quintuplicado. Y con el aumento de los costos para el aceite de extra virgen de oliva, se esperan fuertes subidas en los anaqueles en otoño con la llegada de las nuevas producciones».