11:32 hrs. - Primera vez histórica para la Basílica de San Marcos, que esta mañana con una altura de agua de 95 centímetros sobre el medio mar, no experimentó la entrada de la marea hasta los pisos de mosaico, gracias a las barreras de cristal levantadas en los últimos meses a lo largo del perímetro del monumento.
El cinturón de vidrio —solución temporal antes de las largas obras definitivas para levantar la ínsula de San Marcos— aún no se ha inaugurado, pero funcionó perfectamente.
Si bien había 10 centímetros de agua en la plaza, más allá de las barreras, el nártex de la Basílica y otros puntos con riesgo de inundación permanecieron secos.
Las barreras de vidrio transparente son fijas e interrumpen casi imperceptiblemente la vista de la iglesia.
Tienen 4 puertas, dos laterales y dos en la entrada principal, en las que se insertan mamparas metálicas —similares a las que se utilizan en muchas casas y comercios venecianos— para sellar el perímetro sólo en caso de crecidas.
Para defender las zonas más deprimidas de la ciudad es necesario diseñar defensas específicas que contrasten las mareas para las que el sistema M.O.S.E., aunque en funcionamiento, no ofrecería ninguna solución. San Marco es la parte más baja de Venecia y desde hace años se habla de una defensa de la ínsula. La ínsula es un área delimitada por el borde acuático de los canales. Una vez identificada una ínsula, se puede proceder a aislarla, protegiéndola, hasta cierto nivel, de las crecidas.