06:39 hrs. - La semana pasada, durante una videoconferencia con un grupo de ciudadanos italianos residentes en México, el diputado Andrea di Giuseppe (Fratelli d'Italia), elegido el 25 de septiembre de 2022 para la Cámara de Diputados en en el distrito América del Norte y Central, respondió a dos preguntas de Massimo Barzizza, director de Puntodincontro.
¿Hay claridad sobre las funciones de los Comites, el CGIE y los representantes parlamentarios de los italianos en el extranjero, así como sobre sus métodos de interacción? ¿Son necesarias todas estas instituciones?
La pregunta es interesantísima. Después de 5 meses y medio de gobierno seguimos tomando medidas en lo que es una reorganización general porque, en cuanto a los italianos en el mundo, pensé que me encontraría con una situación muy negativa, pero la realidad es aún peor.
Describiendo las funciones con las que se crearon originalmente estas instituciones, los Comites pueden equipararse —en términos genéricos— a los Municipios en Italia, el CGIE puede compararse a una Región y el Parlamento es el órgano legislativo central. Esta es una síntesis muy extrema, para brindar un panorama histórico de cómo fueron concebidos estos tres instrumentos.
También hay una singularidad, porque cuando hablo con colegas parlamentarios de otros países, embajadores, etc. y llegan a saber que tenemos esta estructura de representación, el hecho despierta curiosidad e interés, porque normalmente esta red no existe a nivel global. Siempre explico que nuestro esquema, fuertemente anhelado por Mirko Tremaglia, nació porque consideramos que hay otra Italia fuera de Italia y los números lo confirman, con 62 millones de ciudadanos italianos fuera del territorio nacional y 58 residiendo en el país, si consideramos no sólo a los connacionales de primera generación inscritos en elAIRE, sino también a sus descendientes, la famosa diáspora.
Como suele ocurrir, las herramientas pueden ser más o menos eficaces en función de cómo sean administradas. Fui presidente del Comites South East de Miami durante dos años y, antes de ser elegido diputado, fui presidente del Intercomites de Estados Unidos. El Comites que dirigí dio resultados tangibles porque trabajamos muy bien juntos, teniendo en cuenta que estas actividades son todas basadas en el voluntariado y no son remuneradas.
En principio, me parece que la estructura organizativa que representa a los ciudadanos italianos en el extranjero puede funcionar, sin embargo, está claro que debe llenarse con diferentes contenidos. Para decirlo en sentido figurado, si bien la olla todavía puede ser una herramienta extremadamente valiosa, la pasta en su interior probablemente está un poco pasada de cocida. Es necesario revisar los poderes y los mecanismos. Permítanme darles un ejemplo: cualquiera que haya estado en los Comites sabe perfectamente que cuando hay un proyecto de gasto por parte de un órgano de gestión, el Comité de Italianos en el Extranjero debe emitir una opinión “no vinculante”. Esto me parece absurdo. O el Comites tiene poder vinculante o no lo tiene. Necesitamos claridad para ser entendidos por los ciudadanos.
En resumen, el contenedor sigue siendo válido hoy, pero el contenido debe actualizarse para dar a los Comites y al Consejo General de los Italianos en el Extranjero (CGIE) directrices más claras. Si bien el diputado que habla tiene lineamientos muy precisos para el desempeño de sus funciones, no ocurre lo mismo con las entidades constituidas fuera del territorio nacional.
Se ha solicitado al Gobierno italiano que actúe para favorecer la estipulación de un convenio bilateral de seguridad social entre Italia y México, que permita el reconocimiento de las aportaciones para la pensión pagadas anteriormente también en el otro país y garantizar la asistencia sanitaria. ¿Cree que sea posible que el Ejecutivo lo tome en consideración, a pesar de que hay un número limitado de connacionales en México?
Otra pregunta muy interesante, sobre todo porque es actual.
Aclaro una cosa enseguida: para mí y para Fratelli d'Italia, en otros países, un solo italiano vale lo mismo que un millón de connacionales.
Lo que estoy haciendo en el contexto de mi acción parlamentaria —basado en mi papel en la Comisión de Asuntos Exteriores, pero teniendo como objetivo a los italianos en el mundo— es tratar de reorganizar los que llamo “cuerdos marco”, soluciones generales a partir de las cuales todos los italianos que viven en el extranjero se puedan beneficiar. Permítanme darles un ejemplo trivial: el seguro médico. Estoy presentando un proyecto de ley apoyado por el ministerio que daría a los conciudadanos en el extranjero una tarjeta de salud a la par que un italiano en patria, mediante el pago de una prima mínima de seguro, teniendo en cuenta que la mayoría de los residentes en otros países no pagan ISR en Italia.
Esto nunca se había hecho y, aunque visto desde Italia pueda parecer simple y casi obvio, para quienes viven del otro lado de la frontera —por diversas razones— es un bingo.
Creo que trabajar en leyes marco es más conveniente y eficiente que invertir esfuerzos en acuerdos individuales con cada país. Tenemos que empezar de cero y comenzar a construir. Entiendo a mis compatriotas en el extranjero antes de que hablen, porque he vivido sus experiencias en primera persona. Por eso, habiendo sido el único representante de Fratelli d'Italia elegido en el extranjero en todo el mundo, estoy empezando a hablar con Sudamérica, Australia, etc., contactando el resto de los territorios. Está claro que mi circunscripción es América del Norte y Central, por lo que es mi prioridad. Sin embargo, tras las leyes —cuyo proceso es visible y se publica— vienen los reglamentos, que representan un buen 50% del “producto final”, incidiendo directamente en la calidad del servicio sin, sin embargo, ocupar titulares.
Entre estas actividades está el contacto con todas las embajadas y consulados, para solucionar problemas relacionados con el sistema de información de la Farnesina, que en mi opinión no tiene las cualidades necesarias, y —entre otras cuestiones— el voto electrónico de los italianos en el exterior. Si se implementara, ahorraría 30 millones de euros en cada votación y con 5 millones de euros se podría desarrollar una plataforma de alta calidad para respaldarlo. En 2022, entre referéndums y elecciones políticas, gastamos más de 50 millones de euros en documentos en papel que en muchos casos ni siquiera llegaron a sus destinatarios.
Las otras acciones legislativas que estamos llevando a cabo son la restitución de la ciudadanía italiana a quienes la perdieron antes de 1992, la exención del pago del impuesto predial sobre la primera residencia para quienes viven en el extranjero, la metodología para el nombramiento de cónsules honorarios y de toda la red de servicios y un sistema para evaluar la calidad de la presencia diplomático-consular italiana en el mundo.
En todo este enorme trabajo, yo soy el delantero que necesita al equipo para poder llegar a la portería y el equipo son ustedes, personas con las que hablo, que me empujan, me animan y me dan confianza para seguir adelante. Intento anotar. La mayoría de las veces lo logro.
Grazie per tutto il lavoro che sta’ eseguendo. Per parte mia trovo molto interessante e prioritario trovare una soluzione per il servizio sanitario. Sono Italiano residente in Messico precisamente nello stato di Querétaro. Nel caso possa essere di aiuto mi rendo disponibile. Grazie
Interessante perchè molte persone trovano difficoltà ad avere rapporti con la madre Patria. Finalmente qui in Thailandia siamo riusciti ad avere un Patronato stiamo solo aspettando le applicazioni.
Speriamo presto di poter avere la carta elettronica