Odoguardi: «Necesitamos un ministerio para los italianos en el extranjero»

Odoguardi: «Los italianos en el mundo son un motor para las exportaciones del Bel Paese»

12:40 hrs. - El sábado pasado, en la Ciudad de México, antes del inicio del I Congreso Nacional del Movimiento Asociativo de los Italianos en el Exterior (MAIE), el vicepresidente del partido, el empresario Vincenzo Odoguardi, concedió una entrevista a Puntodincontro.

Vicepresidente, ¿quién vendrá a este congreso del MAIE en México?

El MAIE está presente en modo capilar en Centroamérica, Sudamérica, Norteamérica y el Caribe. Vendrán al congreso representantes del Movimiento casi exclusivamente desde México. He visto gente de la República Dominicana y de Guatemala, pero principalmente solo está programado para México. Participarán alrededor de 12 representantes de las distintas provincias del país y posteriormente tendremos un encuentro con el público, con la comunidad italiana. Calculamos que nos acompañarán unas 200-250 personas y responderemos a sus preguntas para poder avanzar en la burocracia política, un problema que hace las cosas difíciles en Italia y casi imposibles cuando se quieren hacer desde el extranjero. Pero es precisamente en estas situaciones donde intervenimos, tratando de ayudar a nuestras comunidades a resolver sus dificultades, que son diferentes y particulares en cada caso.

Desde el punto de vista financiero, el Estado italiano ya se encuentra desde hace años en una situación complicada debido al costo de la elevada deuda pública. En este contexto, la asignación de fondos para los italianos en el extranjero, que no son contribuyentes, puede no considerarse una prioridad. ¿Cómo se puede resolver la situación?

Respondo de otra manera. Hay aproximadamente 7 millones de italianos en el extranjero registrados en el A.I.R.E. Hay alrededor de 60 millones de italianos en el extranjero con pasaporte. Sus descendientes suman alrededor de 200 millones. Refiriéndonos a los 60 millones con pasaporte, no necesariamente registrados en el A.I.R.E., consideremos que cada uno de ellos compra productos del Bel Paese, de carácter gastronómico y vitivinícola, pero no sólo, gastando —digamos— 1,000 dólares al año. Estamos hablando de un gasto total de 60 mil millones de dólares anuales. Esto es lo que vale para el gobierno la comunidad italiana en el extranjero. Cada año impulsamos los productos del país tanto como una empresa de financiación política.

Presentar a los italianos en el extranjero como una potencia económica para el consumo mundial de productos del país de la bota es evidentemente correcto, pero no es un punto que se subraye con frecuencia. ¿No debería destacarse más a menudo y con más fuerza esta característica?

Es verdad, deberíamos y podríamos. Los problemas de los italianos en el mundo son complicados y, a menudo, difíciles de resolver. Tenemos grandes problemas con la ciudadanía, con los servicios consulares, con las actividades. Hay comunidades que tienen dificultades con el seguro médico, mientras que para otras, el idioma es el factor que debe ser resuelto. Las particularidades varían de un país a otro, de Norteamérica a Sudamérica, de Europa a Australia, etcétera. Elaborar una política común para nuestros connacionales en el exterior es bastante complicado. No olvidemos que los partidos políticos tradicionales que estuvieron y están en el gobierno ya tienen sus problemas que resolver dentro de las fronteras nacionales, por lo que los 7 millones de inscritos en el A.I.R.E., que son los que cuentan para el gobierno italiano, parecen ser una fuerza ineficaz para conseguir directivas políticas encaminadas a resolver los problemas que encontramos todos los días.

La estructura de representación de los italianos en el extranjero está compuesta por representantes puramente políticos, senadores y diputados, por organizaciones civiles en la mayoría de los países, los Comites, y por un grupo que actúa como puente y consultor, el CGIE. ¿Son necesarias todas estas instituciones? ¿Funcionan bien juntas o es necesario revisarlas?

Probablemente tenga razón. Estamos hablando de México, pero también de la división de América del Norte y Central. 22 países. Es imposible elaborar una estrategia para este número de naciones, donde tenemos dos diputados, un senador, algunos representantes del CGIE y los Comites. Es absolutamente impensable que la estructura tal como ha sido montada sea lo suficientemente grande o esté preparada para resolver los problemas de todas las comunidades italianas de la división. Un senador para 22 países... ¿Cuántos senadores hay en Italia para cada Región? Además, los Comites suelen tener las manos atadas, no son órganos ejecutivos. ¿Cuál podría ser una respuesta apropiada? ¿Una posible solución? El Ministerio para los Italianos en el Extranjero, una dependencia que se dedique exclusivamente a nuestros connacionales en el mundo y a sus diversas necesidades. Un verdadero ministerio podría comenzar a resolver todos estos problemas.

¿Cuáles son los programas del MAIE para México y cómo pueden ser más efectivos que los esfuerzos que se han hecho hasta ahora para apoyar a los italianos en este país?

Me gustaría saber qué esfuerzos se han hecho hasta el momento, ya que yo he visto muy pocos. Como MAIE existimos porque existen los italianos en el extranjero. No tenemos otros puntos en nuestra agenda más que los italianos en el extranjero. No tenemos puntos en la agenda dentro del territorio nacional italiano, porque el MAIE nació en el extranjero para las comunidades italianas en el mundo. Esta definición debería dejar claro hasta dónde queremos llegar. En México en particular, por tener una enorme extensión territorial y por ende comunidades dispersas por todo el país, seguimos organizándonos para llegar a todos y lo primero que queremos entender son las necesidades de nuestros connacionales que aquí residen. Probablemente no sean profundamente diferentes de las de otras comunidades: servicios consulares, certificados, ciudadanías y aspectos burocráticos. Sobre estos puntos comenzaremos a explorar, junto con el gobierno, qué caminos podremos tomar para tocar la punta del iceberg. Es una cuestión que no se resolverá en cuatro años de duración de una legislatura y un ejecutivo, es simplemente el principio que nos permitirá, con el tiempo, llegar a la base, al fondo de este iceberg. Una de las posibles soluciones, y este es un punto fijo para nosotros, es la creación del Ministerio para los Italianos en el Extranjero.

Foto: Victor Sokolowicz

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