05:41 hrs. - Angelo Viro, vicepresidente del Movimiento Asociativo de Italianos en el Extranjero (MAIE), es candidato a la Cámara de Diputados en la división América del Norte y Central.
«En 1977 salí de Italia y viajé a la República Dominicana para realizar un trabajo de tres meses» —cuenta en un artículo publicado hace unos días por La Voce di New York— «llevaba conmigo solo un diploma de técnico en contabilidad y un gran compromiso profesional. Allí conocí a un técnico de Olivetti que al final de esta experiencia laboral, cuando estaba a punto de volver a Italia, me dijo: ¿estás seguro de que quieres regresar? En estos países emergentes hace falta gente como tú».
«Así comenzó mi historia personal. Hoy soy candidato del MAIE a la Cámara en la división exterior de Norte y Centroamérica».
«Después de Olivetti, la gran empresa italiana que fue símbolo mundial de una administración de vanguardia, siguió la multinacional estadounidense 3M, un gigante en el sector de los servicios múltiples, hasta la fundación de CerArte, la empresa familiar creada cuando yo tenía solo treinta años y que ahora también cuenta con dos compañías hermanas: CerarTec y Ceteca».
«Soy un fanático de los números, de los desafíos, del cálculo y de la reflexión. Al mismo tiempo, construí mi pasión y compromiso político. Era la década de 1970 cuando la Democracia Cristiana comenzó a cortejarme, pero nunca fui un amante de la política italiana y en ese momento prefería concentrarme en el trabajo. De ahí la decisión de mudarme a la República Dominicana para alejarme. Pero fue precisamente en la República Dominicana donde redescubrí la política como un instrumento al servicio de los demás, en particular al servicio de los italianos en el extranjero».
«Mientras seguía trabajando en los negocios familiares, comencé a frecuentar las asociaciones italianas en la República Dominicana, donde entré en contacto con las historias personales de los emigrantes».
«En 2013, tras el cierre de la Embajada de Italia en la República Dominicana, inicié la lucha por la defensa de los derechos de mis connacionales residentes en el ese país caribeño».
«Una historia de 119 años borrada en un momento me pareció una injusticia. Recuerdo que en ese momento, junto con otros 7 amigos, invertimos todo nuestro tiempo y una buena parte de nuestro dinero en vuelos a Roma, al ministerio de Asuntos Exteriores para convencer al gobierno italiano de reabrir la embajada y no abandonar a decenas de miles de italianos. Para pasaportes y documentos, había que ir a Panamá y esto, por supuesto, era un problema para la mayoría de los residentes locales. Los que tenían dinero para viajar se iban, pero los demás se quedaban sin documentos. La batalla por la embajada culminó con una demanda contra el Estado italiano presentada ante el poder judicial y finalmente ganada. Pero la victoria pronto dio paso a una sensación de injusticia y malestar interior al ver que la política italiana cerraba sus puertas frente a miles de connacionales».
«En esos momentos me buscó el MAIE. Me cortejaron durante ocho meses, pero yo ya no quería tener nada que ver con la política. Pensaba en mi comunidad, en las empresas que tenía que administrar, en mi familia. Luego me di cuenta que en realidad todo lo que habíamos logrado construir nos permitía ser la comunidad italiana de la República Dominicana, la comunidad italiana de Centroamérica. Y todo eso había que defenderlo, por los que están ahora y por quienes vendrán después».
«La política del MAIE, hecha por italianos residentes en el extranjero y para italianos que viven en el extranjero, es la única que puede embonar con ese sentido de justicia que había experimentado unos años antes. El compromiso político e ideológico fue tan grande que me llevó a convertirme en vicepresidente del MAIE, mano derecha de Ricardo Merlo, fundador del movimiento».
«Rechacé puestos y camisetas políticas en Roma para quedarme aquí, en primera línea, para construir un futuro para la comunidad italiana, para construir el futuro de las comunidades italianas en el extranjero. Dije que no cuando era necesario decir que no y elegí el MAIE porque representa plenamente todo en lo que creo. Desde que yo también comencé a formar parte de esta comunidad, siempre he defendido los intereses de los italianos en el extranjero con la fuerza y la tenacidad propias de nosotros, los que dejamos nuestra vida en Italia para irnos a vivir a otro país».
Cosa posso fare per avere la pensione minima sociale…ho 73 anni e non posso muevermi da cittá del Messico
.un cordiale saluto e grazie per quello che si potrebbe fare
Abbiamo girato il suo messaggio al Patronato Ital. Si metteranno in contatto con Lei.