04:54 hrs. - Durante el primer mandato de Porfirio Díaz (1877-1880) y bajo la administración de Manuel González (1880-1884), se restableció en México un proyecto de colonización extranjera surgido durante el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada (1872-1876). El objetivo era establecer colonias agrícolas y poblar las zonas menos habitadas del país.
«Hemos recabado información de la entonces Secretaria de Fomento Federal, que hoy es la de Agricultura, y el motivo principal de esta iniciativa fue que México se extendía sobre un territorio muy poco poblado: solo se registraban alrededor de 10 millones de personas», comenta Alfredo Dossetti Mazzocco, regidor de Gobernación, Justicia, Seguridad Pública y Protección Civil de Chipilo, quien en los últimos años ha investigado la historia del lugar.
En aquellos años el norte de Italia se caracterizaba por altos niveles de pobreza y se decidió fomentar la inmigración proveniente de esa zona, incentivando la llegada de familias e individuos que supieran trabajar la tierra ofreciéndoles facilidades.
«Al gobierno italiano le convenía que se fuera la gente pobre, por lo que los agentes de migración empezaron a hacer propaganda en pequeñas comunidades de Piamonte, Lombardía y Véneto, en el norte del país. Se pidieron requisitos y se hicieron promesas», señala Dossetti.
Los requisitos eran que los jefes de las familias fueran campesinos y católicos, para evitar conflictos religiosos, y que no tuvieran defectos físicos. Se pedía, además, que se mudara todo el núcleo familiar, para que se establecieran permanentemente sin planes de regresar.
Se les prometió que se establecerían en colonias ya existentes y que se les entregarían animales y tierras para trabajarlas y construir sus viviendas. Ante una situación de extrema pobreza en su país, era fácil tomar la decisión de embarcarse hacia México.
El encargado de adquirir los terrenos para el programa de colonización era el general Carlos Pacheco, en aquellos años secretario de Fomento Federal.
«La zona destinada a la fundación de Chipilo se encontraba entre San Martín Texmelucan y Huejotzingo. Eran terrenos fértiles, con un clima templado. Pero el general era dueño de otras parcelas, en las que tenía dos haciendas abandonadas: San Diego Chipiloc y San Antonio Tenamaxcla», explica Dossetti.
«A la hacienda de San Diego Chipiloc» —continúa— «también se le llamaba “la hacienda de los quita calzones”, porque al estar completamente despoblada se había convertido en el escondite de ladrones y bandoleros».
En ese entonces, la calle que atraviesa Chipilo —que hoy es parte de la carretera Panamericana— era el paso de las mercancías que iban de Puebla hacia Atlixco y Cuautla. La zona era lugar de asaltos y a las víctimas «les quitaban hasta los calzones».
La carretera Panamericana en dirección a Atlixco | Fotografía colectiva de la comunidad de Chipilo
«El general sabía que sus tierras eran improductivas y decidió vendérselas al gobierno Federal para fundar ahí la colonia con el fin de apropiarse de las que eran rentables».
El regidor comenta que cada colonia se formaba con la llegada de un barco en el que viajaban grandes cantidades de personas. El primer asentamiento fue llamado Manuel González y se estableció en Huatusco, en el Estado de Veracruz. Fue bautizado en honor al entonces presidente, en octubre de 1881.
Siguieron las colonias Barreto en Morelos, Aldana en la Ciudad de México, Díaz Gutiérrez en San Luis Potosí y Mazatepec en Tlatauquitepec, Puebla. La última que se fundó fue la colonia Fernández Leal, que hoy es Chipilo.
Panorámica de Chipilo en 1940, después de la construcción de la torre de la iglesia | Fotografía colectiva de la comunidad de Chipilo
«Los migrantes vivían en climas fríos en Italia, por lo que la colonia Barreto fue un desastre por el calor. Muchos se empezaron a enfermar y a morir de tifoidea y la comunidad en el Estado de Morelos se disolvió. Reubicaron a sus miembros en las otras colectividades y a algunos les tocó transferirse a Chipilo. El 1° de julio de 1882 se mudaron las primeras familias fundadoras, que empezaron a preparar la llegada del grupo grande», relata Dossetti.
El vapor Atlántico fue la embarcación que trajo a México a los migrantes de Chipilo. Zarpó de Génova en agosto de 1882 y llegó al puerto de Veracruz en septiembre del mismo año.
«Cuando llegaron a Veracruz los aislaron algunos días porque había habido epidemia de sarampión durante el viaje. Después partieron en tren hacia a Orizaba y Cholula y no tenemos claro si llegaron hasta aquí en carretas o caminando. Era el 2 de octubre de 1882», afirma el regidor.
«Tenemos los antiguos censos» —agrega— «y según los registros llegaron 434 personas. La mayoría eran familias de la región del Véneto, solo había una familia lombarda y algunos piamonteses. A todos los alojaron en San Diego Chipiloc y cuentan que dividieron en una parte hombres y en otra niños y mujeres. El 7 de octubre de 1882 se fundó formalmente la colonia Fernández Leal con una misa en la capilla de la hacienda».
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La información contenida en este texto se basa en el artículo Chipilo, un proyecto de colonización fallido que hoy brilla con luz propia, de Erika Reyes, publicado el 26 de febrero de 2022 en El Sol de Puebla. En la foto principal, la familia Mazzocco Faccinetto, cuyos miembros fueron fundadores de la colonia Fernández Leal en octubre de 1882.
Muy detallada la información, muy buen trabajo. Felicidades.
Muy buena información, ahora sé un poco más de mis ancestros.
Storia dell’Italia che fu resa ancora più drammatica dalla grande povertà della gente di allora.Queste persone con il coraggio della disperazione hanno costruito un paese e fatto una colonia che ancora oggi vive e produce con il loro lavoro e l’estro degli Italiani che ci contraddistingue da sempre ………….