13:25 hrs. - Numerosos italianos de todo México se dieron cita en la ciudad de Veracruz el pasado 18 de octubre para la tradicional ceremonia conmemorativa del arribo del buque Atlántico, que marcó el inicio de la ola migratoria italiana más importante en el país.

A las 17.45 —hora exacta del desembarco en 1881— el faro de la conocida ciudad portuaria emitió una señal sonora, según un comunicado de prensa de la embajada de Italia en México, «desencadenando una conmovedora reconstrucción de la llegada de los primeros italianos a a la que asistieron, en una embarcación de la Armada de México, el Jefe de Misión Adjunto de la Embajada de Italia en la Ciudad de México, Tommaso Coniglio, el presidente de la Asociación de Descendientes de Italianos en México, Emilio Zilli, y personalidades locales».

Entre aplausos y cantos de los participantes, se colocaron coronas de flores en el mar, en recuerdo del heroico viaje de los ancestros de muchos de los presentes que buscaban una nueva vida al otro lado del Atlántico.

Posteriormente se llevó a cabo un acto solemne con el que el Municipio de Veracruz, en la persona del vicealcalde, Manuel Rivera Polanco, en representación de la alcaldesa Patricia Lobeira, quiso rendir un homenaje especial a diversos exponentes de la colectividad italiana que contribuyeron al desarrollo político, económico y social de México.

Entre ellos José Avelino Merlo, alcalde de San Gregorio Atzompa, municipio al que pertenece la localidad de Chipilo, poblada casi en su totalidad por descendientes de italianos, Rafael Hernández, alcalde de Zentla —sede de la primera 'colonia' formal de población italiana— y Emilio Zilli , cónsul honorario de Italia en los estados de Veracruz, Tabasco y Campeche.

«Es bueno ver» —comentó Coniglio— «cómo el núcleo de italianos que desembarcaron en Veracruz en 1881-82 generó una copiosa descendencia de hijos, nietos y bisnietos, perfectamente integrados a la sociedad mexicana, que aún cultivan un fuerte vínculo con Italia».

El involucramiento de las autoridades de Veracruz y Boca del Río, así como de la Armada de México en ocasión de la celebración del inicio de la inmigración italiana en México, concluyó, «dan testimonio de la estima de la que goza nuestra comunidad». (ANSA)